ABP

APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS

“Si enseñamos a los estudiantes de hoy como enseñamos ayer, les estamos robando el mañana” (John Dewey)

Hoy en día el trabajo por proyectos parece que se ha instalado en nuestras aulas, pero cuidado ha calado de tal manera en el lenguaje pedagógico que en ocasiones lo ha convertirlo en un comodín que maquilla prácticas que responden en muy poca proporción a la idea original.

Veamos brevemente algunas ideas clave sobre ABP.

¿Qué es ABP?

Nos hallamos en un terreno escurridizo y muy afectado por la polisemia. Se trata de un término ambiguo que incluye distintas y variadas secuencias prácticas.

Para mi, cuando hablamos de ABP, hablamos de un modelo de enseñanza-aprendizaje que integra buena parte de los principios pedagógicos de la escuela para el siglo XXI. Se trata de una estrategia de enseñanza-aprendizaje en la que son importantes tanto la adquisición de conocimientos como el desarrollo de habilidades y actitudes adecuadas.

Sus principios proceden de distintas fuentes y si bien guardan una notable coherencia entre ellos, su origen es diverso y derivan de perspectivas distintas y que a su vez han ido sufriendo distintas transformaciones a lo largo del tiempo.

¿Cuáles son las características del ABP?

  •       Genera actitud positiva hacia el aprendizaje.
  •       No existe transferencia pasiva de información.
  •       Se trata de un método de trabajo activo.
  •       Está orientado a la solución de problemas cercano al alumno.
  •       Favorece el trabajo cooperativo.
  •       El maestro se convierte en una guía o tutor del aprendizaje.
  •       El protagonismo de un proyecto resulta siempre compartido y dentro de un esquema de participación y diálogo


¿Por qué usar ABP?

  • -       Presenta el currículum con sentido y significado.
  • -       Promueve el desarrollo y capacitación profesional de los docentes
  • -       Abre la escuela al entorno
  • -       Incorpora materiales y fuentes de información diversos.
  • -       Relaciona teoría y práctica
  • -       Se trabaja con variados tipos de conocimientos y saberes.
  • -       Encierra muchas posibilidades para la innovación


Y además favorece en los alumnos:
  • -      La resolución de problemas.
  • -      La toma de decisiones.
  • -      El trabajo en equipo.
  • -      Habilidades de comunicación (argumentación y presentación de la información).
  • -      El desarrollo de actitudes y valores: precisión, revisión, tolerancia…
  • -      La identificación de problemas relevantes del contexto profesional.
  • -      La conciencia del propio aprendizaje.
  • -      La planificación de las estrategias que se van a utilizar para aprender.
  • -      El pensamiento crítico.
  • -      El aprendizaje autodirigido.
  • -      Las habilidades de evaluación y autoevaluación.
  • -      El aprendizaje permanente.


¿Qué tipos de proyectos hay?

Según Kilpatrick, se organizan en cuatro tipos: los que está relacionados con la producción o elaboración de algo concreto, los que se centran en preguntas, dudas o dificultades; aquellos que tratan del uso o manejo de un medio, recurso o producto; y por último, los que buscan formar en el conocimiento de una técnica.

Hoy en las aulas, vemos proyectos de diferente tipo, como los de aprendizaje servicio, los de comprensión del proyecto zero, proyectos de investigación, de diseño, tecnológicos…

¿Cómo hacer un proyecto?

1. Se articula en torno a una temática, temas relevantes y pertinentes.
  • -        Resulta más fácil si se parte de algo que te apasione a ti y a los alumnos.
  • -       Debe conectar con el currículo.
  • -       Para buscar temas, pregúntate ¿Qué merece la pena aprender?
2.    Hay que romper con ataduras.
  • -       Crea peguntas, dilemas…
  • -       Pregúntate ¿Cómo engancho a mis alumnos?
3.    Comparte con tus compañeros de claustro.
  • -       Pregúntate ¿Con quién puedo hacer este proyecto?
4.    Diseña un plan de trabajo.
  • -       Crea un  itinerario de actividades y experiencias.
  • -       Detecta lo que se conoce del tema y qué se necesita saber.
  • -       Pregúntate ¿Cómo lo llevo a la práctica?
5.    Crea momentos de trabajo individual y de grupo.
  • -       Pregúntate ¿Qué se aprende mejor sólo y qué acompañado?
6.    Diseña actividades variadas, que tenga en cuenta los distintos modos de aprender de los alumnos, la diversidad de niveles, etc.
  • -       Pregúntate ¿Cómo puedo personalizar el aprendizaje?
7.    Organización del aula, del tiempo…
  • -       Pregúntate: ¿De cuánto tiempo dispongo? ¿De qué materiales? Y ajústate a la realidad.
8.    Creación del producto final.
  • -       Responde a la pregunta ¿Para qué se hace este proyecto?
  • -       No olvides presentarlos y compartirlos.
9.    Implica a la comunidad.
  • -       Pregúntate ¿Qué agentes de la comunidad pueden intervenir? ¿Cómo?
10. Evaluación, del alumno, del profesor, del proyecto…
  • -       Trabaja la evaluación Individual y grupal.
  • -       Utiliza herramientas diversas.
  • -       Pregúntate: ¿Qué hemos aprendido? ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué dificultades me he encontrado?...


¿Cómo saber si es un buen proyecto?

Para saber si hemos realizado un buen proyecto propongo pasar “la prueba del algodón” de Adria Steinberg y que recoge en su libro “Real Work: School-to-Work as High School Reform”, las seis as de un buen proyecto:
  • -      Rigor Académico
  • -      Autenticidad
  • -      Aprendizaje Aplicado
  • -      Exploración Activa
  • -      Conexión con el mundo Adulto
  • -      Prácticas de evaluación continua Acumulativa


Ahora te toca a ti, ¡Manos a la obra!


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